La productividad y el crecimiento personal en el ámbito laboral está fuertemente relacionado con el feedback o retroalimentación que se pueda brindar o recibir.
Si se realiza de manera correcta y asertiva, permitirá mejorar y detectar fallos y puntos fuertes en los trabajadores.
Alma consultores, te trae las maneras efectivas de dar feedback con el objetivo de influir de manera positiva en el desarrollo y la mejora continua tanto de la empresa como de sus empleados.
¿Cómo dar un feedback efectivo?
Emplea un tono profesional y formal
En ciertas ocasiones los empleados o encargados pueden no cumplir con los objetivos debido a tareas mal ejecutadas que pueden incluso perjudicar la convivencia en la empresa.
Ante este tipo de situaciones puede experimentar reacciones emocionales fuertes y totalmente comprensibles, sin embargo, es ideal mantener la calma para dar la crítica en privado y no alterar o avergonzar al empleado.
Enfoquémonos en el problema
Es esencial no enfocar nuestro feedback en la persona, sino en las falencias de la ejecución de sus funciones. Es decir, se debe evitar convertir la conversación en un ataque, además es preferible acompañar esta retroalimentación con casos reales y argumentos válidos.
Empecemos destacando lo positivo
Se aconseja comenzar resaltando los puntos fuertes del trabajador, de esa forma conseguimos que se centre en los aspectos que debe mejorar, pero que mantenga las fortalezas que ya demostraba.
Por ello debes planear el orden en el que se dará el feedback, ya que si lo trabajamos de esta forma, haremos sentir al empleado más involucrado y comprometido con la empresa, y también más dispuesto a realizar las mejoras de sus puntos débiles.
Hay que ser específicos
Mientras más minuciosos seamos, más claro llegará el mensaje al trabajador y mejor podrá resolver sus desperfectos. En cambio, si generalizamos, se puede prestar a malas interpretaciones que vayan por otro objetivo muy diferente al que buscamos. Te recomendamos evitar los calificativos para lograr una retroalimentación constructiva.
Hay que estar abiertos a escuchar
Muchas veces se hace caso omiso a las opiniones de los empleados. Es importante ser comprensivos y estar pendiente de las dudas que puedan surgir en ellos.
Puedes empezar preguntándote por sus funciones y si la forma en la que están desarrollándose es correcta o si tienen mejoras por hacer.
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